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Experiencias sobre accesibilidad: una jornada para repensar el diseño desde la mirada del usuario

El pasado 12 de noviembre, arquitectas y arquitectos participaron de una nueva capacitación realizada en la Unidad Turística de Colón (UTC) de la Caja Prever, en un encuentro denominado “Experiencias sobre accesibilidad”. La jornada contó con la participación especial del comunicador social y activista por la accesibilidad, Juan Pablo Regalado, quien compartió su historia, sus aprendizajes y la importancia de integrar la experiencia del usuario en cada proyecto arquitectónico.

Además de su exposición, Regalado realizó un recorrido por las instalaciones de la UTC, brindando una devolución técnica desde su propia experiencia como usuario de silla de ruedas.

Una historia que impulsa la acción

En una charla exclusiva con Caja Prever, Regalado recordó cómo nació su compromiso con la accesibilidad. “Soy usuario de silla de ruedas. No desde siempre, sino desde hace algunos años, cuando aparecieron secuelas de una lesión importante que tuve hace más de 20 años”, relató. Aquel hecho -un asalto que lo dejó con graves complicaciones de salud y cinco años de internación- transformó por completo su vida.

Desde su formación en comunicación, locución y el trabajo vinculado a las organizaciones sociales, tomó una decisión clave: “No pienso dejar de viajar ni de hacer lo que me gusta por estar en silla de ruedas”.

Sin embargo, pronto advirtió que el desafío no estaba solo en lo personal, sino en lo estructural. “Empezás a tener otro tipo de necesidades y ves todo lo que falta por avanzar”, explicó. La falta de habitaciones adaptadas, baños accesibles o simples rampas en veredas mostraba una realidad que se repetía en sus viajes por el país.

Con el tiempo, comprendió que la accesibilidad no se limitaba a lo edilicio: “Tengo una historia dura, y empecé a contarla vinculada con lo que me gusta hacer: viajar, dar charlas, trabajar desde donde sea. Y siempre destacando la necesidad de no romper esa cadena de accesibilidad”.

“Se llama cadena accesibilidad porque se van rompiendo distintos eslabones. Por ejemplo, si un hotel tiene una habitación accesible pero su recepción es alta, o para tener un buen desayuno tenés que depender de alguien porque está todo ubicado en altura, no sirve. Se trata de mirar, prestar atención y ver cosas que se pueden resolver fácilmente”, explicó.

La primera barrera

Regalado compartió el momento en que la falta de accesibilidad se volvió una barrera concreta en su vida. Tras años de internación, decidió salir solo a cortarse el pelo en un local cercano a su casa.

“Golpeé la puerta y no me abrieron. Desde adentro me hacían señas diciendo ‘no’. Creyeron que estaba pidiendo dinero por estar en silla de ruedas”, relató. Esa situación, lejos de frenarlo, lo impulsó a involucrarse aún más: “No me voy a quedar quieto”.

Pero advirtió que para otras personas una experiencia de este calibre puede condicionar seriamente su forma de ver la vida y su autonomía futura.

Hoy, Juan Pablo, recorre la Argentina e incluso viaja al exterior: “Imaginate que detener, no me detengo”.

El rol social de la arquitectura

Para Regalado, la accesibilidad no depende solo del profesional, sino también del entorno que lo acompaña.“El arquitecto puede asesorar, pero a veces el empresario, la familia o quien invierte no tiene en cuenta la accesibilidad”, señaló.

Sorprende -dice- que en 2025 aún existan edificios nuevos que no contemplen criterios básicos como giros de silla de ruedas, baños adaptados o accesos adecuados a las piletas. “Cuesta creer que un edificio nuevo no considere la accesibilidad edilicia, donde una persona pueda girar con una silla, un carrito de bebé, un andador, que pueda tener un baño adaptado. O que si tiene una pileta en la terraza, que también tenga una grúa o una silla, para que puedas bajar a la pileta. Eso hoy no se considera”.

También insistió en la necesidad de involucrar a las personas usuarias desde el inicio. “Tiene que haber una relación directa entre la universidad, el privado, el Estado, y no puede no faltar el usuario”, subrayó. “Cuando el usuario llega tarde, las cosas ya están mal hechas y hay que remodelarlas. Si la asesoría está desde el principio, todos ganan”.

Además, destacó la importancia de pensar la usabilidad, más allá de la norma:
“Se trata de que pueda sentarme, transferirme, usar una habitación, una mesa, un baño, sin tener complicaciones de seguridad. Eso va más allá del cumplimiento técnico”. Y agregó: “Si el banco de ducha está mal puesto y tiene un desnivel, es peligroso no solamente para ese usuario, sino también para la persona que lo acompaña. Y esto muchas veces no se resuelve solamente con la norma, sino que se resuelve con el usuario”.

Espacios accesibles: requisitos indispensables desde la mirada del usuario

Durante la entrevista, Regalado detalló cuáles son, para él, los elementos esenciales que definen si un espacio es realmente accesible. Lo primero que tenés que tener es el baño, porque si llegás a la habitación y, aunque tengas poco espacio para moverte, no te podés bañar ni ir al baño, no te podés hospedar”, explicó.

Luego, señaló la importancia de la amplitud de los ambientes y la correcta disposición del mobiliario: “Las habitaciones tienen que ser amplias y las cosas tienen que estar a tu altura. Necesitás mínimas condiciones de espacio para hacer una transferencia desde la silla, un andador o un banco”.

También destacó aspectos que suelen pasar desapercibidos en el diseño: “Si dentro del hotel, en las habitaciones y pasillos, no tenés alfombras, mucho mejor. Transitar con una silla de ruedas o un andador sobre una alfombra es más complicado”.

Respecto de los espacios recreativos, subrayó la importancia de garantizar el acceso en igualdad de condiciones: “Si hay pileta, contar con un elevador estaría buenísimo. Vos y yo pagamos la misma unidad, con un montón de amenities, y quiero usarlos. Muchas veces no los usás porque los espacios no están preparados”.

Finalmente, resumió la idea en un principio básico para cualquier diseño inclusivo: “Lo relevante es que el espacio no tenga miles de escalones. Que puedas moverte de manera autónoma, con tranquilidad y sin depender de un tercero”.

La mirada sobre la UTC de la Caja Prever

Durante su recorrido por la Unidad Turística de Colón, Regalado valoró positivamente varios aspectos del predio: “No solo la habitación adaptada tiene su baño, sino que también hay un baño externo accesible, y eso vale la pena”.

También destacó la autonomía que brindan los accesos: “Poder abrir el portón desde el auto -con una aplicación- y tener una rampa que te lleva hasta la habitación suma muchísimo”.

Aunque siempre hay oportunidades de mejora, definió el espacio como “muy cómodo”.

Mensajes para los jóvenes profesionales

En el cierre, Regalado dejó una reflexión destinada a quienes hoy se forman en arquitectura o inician su carrera: “Es necesario capacitarse y seguir hablando de accesibilidad con la mirada puesta en el usuario”.

Invitó a futuros profesionales a involucrarse: “Que pidan a los Colegios y a las universidades comenzar a hablar del tema. Desde el momento en que se empieza a hablar, es cuando se empiezan a hacer cosas”.

Y propuso experiencias prácticas: “Recorrer juntos un pequeño circuito para ver lo difícil que es transitar una ciudad con movilidad reducida”.

Un encuentro para construir accesibilidad real

La jornada en la UTC de Colón permitió a las y los profesionales reflexionar sobre la accesibilidad desde una perspectiva humana y técnica. La experiencia y el testimonio de Juan Pablo Regalado recordaron que el diseño inclusivo no es un agregado: es una responsabilidad profesional y un compromiso social.

Le agradecemos por su participación y por compartirnos su experiencia; y lo hacemos extensivo a todas y todos los arquitectos que estuvieron presentes en este valioso encuentro. La Caja Prever continúa promoviendo espacios de formación y diálogo que fortalezcan el trabajo de los equipos técnicos en beneficio del conjunto de la comunidad.

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