Cómo prevenir intoxicaciones y accidentes por calefacción: recomendaciones clave ante la ola de frío
Cómo prevenir intoxicaciones y accidentes por calefacción: recomendaciones clave ante la ola de frío
En el marco de la ola de frío que atraviesa el país y ante el preocupante aumento de casos de intoxicación por monóxido de carbono, desde la Caja Prever conversamos con el Ingeniero en Construcciones Alfredo Contreras, quien cuenta con un posgrado en Ingeniería Laboral y una Especialización en Ingeniería Ambiental, para ofrecer a la comunidad información y recomendaciones clave que permitan prevenir riesgos tanto en el hogar como en los espacios de trabajo.
Según el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, entre el 1 de enero y el 21 de junio de 2025 se confirmaron 473 casos de intoxicación o exposición a monóxido de carbono en Argentina, lo que representa un aumento del 57% respecto a la mediana de años anteriores.
Contreras, matriculado en el Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil de Entre Ríos, cuenta con más de 25 años de experiencia y actualmente se desempeña como asesor externo en higiene y seguridad para diversas PYMES en la provincia. “Mi experiencia la puedo agrupar en protección de las personas, protección de bienes y también la continuidad de las operaciones empresariales”.
En la entrevista, el especialista remarcó que uno de los principales riesgos en esta época del año es la falta de controles adecuados en instalaciones de calefacción. El uso de artefactos sin revisar puede derivar en tragedias evitables, tanto por intoxicación con monóxido de carbono como por incendios. “Todos nos acordamos que las cosas tienen que funcionar el mismo día que comenzó el frío. La recomendación es hacer controles preventivos anuales con tiempo; tanto de pérdida de gas, de buen funcionamiento, del color de la llama -que debe ser perfectamente azul-, y contactar a un gasista matriculado que se hará responsable de esa instalación” expresó Contreras.
El monóxido de carbono: un enemigo invisible
Uno de los peligros más silenciosos es el monóxido de carbono: un gas incoloro e inoloro que, al ser inhalado, reemplaza al oxígeno en la sangre y puede causar síntomas como mareos, náuseas, dolor de cabeza, pérdida de conciencia e incluso la muerte.
“Tenemos que estar alertas y ante el menor síntoma ventilar el espacio, porque podemos encontrarnos, si tenemos los artefactos de calefacción, encendidos o activados, que probablemente ese sea el origen. La recomendación principal es inmediatamente ventilar, si se puede sacar a la persona del lugar y llamar a los servicios de emergencia para que tenga una atención inmediata”, manifestó el ingeniero.
“No hay forma de darnos cuenta de una fuga de monóxido sin un detector. Por eso, en caso de tener la posibilidad de acceso, contar con uno es una buena medida de seguridad. Hoy en día se consiguen en cualquier ciudad mediana y los costos no son exorbitantes”, aseguró.
Contreras recomienda instalar al menos un detector en el pasillo que comunica con los dormitorios, especialmente en viviendas pequeñas o departamentos. También sugiere incorporar detectores de gas y, si es posible, detectores de humo, tal como se exige en otros países.
Ventilación y mantenimiento: claves de la seguridad

El especialista hizo especial hincapié en la importancia de mantener ambientes ventilados, aun cuando las bajas temperaturas inviten a cerrar todo. “No se necesita tener una ventana que desequilibre la temperatura interior y que haga consumir mayor gas, mayor calefacción, que derive en un gasto exagerado. Con solo dejar una ventana abierta un centímetro, podemos generar ventilación cruzada y evitar intoxicaciones”, señaló.
Asimismo, recordó que las rejillas de ventilación son obligatorias por normativa y deben ser verificadas por profesionales habilitados. “Una vez controlada y verificada la instalación, no hay que olvidar que depende de nosotros mantener siempre el control de la ventilación. Espacios bien ventilados nos aseguran que cualquier inconveniente que pudiera producirse en forma instantánea se convierta en un inconveniente mayor”, expresó.
Además, invitó a replicar esta práctica en el ámbito laboral para evitar muchas de las enfermedades típicas de esta época invernal, que impactan en el ausentismo de los trabajadores.
¿Quiénes pueden revisar las instalaciones?
“El control debe hacerlo un profesional matriculado. Hay distintos profesionales universitarios capacitados. Por incumbencia propia, todos los profesionales de la ingeniería tienen la facultad para hacerlo”, explicó Contreras.
Atento a la situación económica que atraviesa el país, reconoce las limitaciones financieras que impiden a las familias o pequeñas organizaciones acceder a estos controles, pero subrayó que la seguridad nunca debe quedar relegada. “Los distintos ciclos económicos pueden afectar a la seguridad a nivel industrial, laboral y también habitacional”, manifestó. “Nosotros podemos asesorar en la implementación de mejoras o de controles en los sistemas e instalaciones; pero, en muchos casos, por incapacidad de acceso a mejoras, fundamentalmente por un tema económico, no se pueden hacer los controles qué deberíamos. Pero no porque la persona no lo quiera, o por desconocimiento, sino porque se ve imposibilitado de hacerlo en ese momento”, sostuvo.
Riesgos eléctricos y otras realidades del país

Contreras también alertó sobre los riesgos asociados a otros sistemas de calefacción, como los artefactos eléctricos. “En muchos lugares del país, donde no hay red de gas natural, se usan artefactos eléctricos o sistemas de calefacción precarios. Allí los incendios son una amenaza real”, afirmó. “El riesgo es alto porque son combustiones o calefacciones con mecanismo de llama abierta, donde cualquier inconveniente que haya produce un incendio generalizado en esa vivienda”. Por eso sugirió controlar elementos cercanos a la calefacción, como por ejemplo las cortinas, y mantener los artefactos fuera del alcance de niños y mascotas del hogar.
Recomendó evitar el uso de múltiples electrodomésticos conectados en zapatillas o extensiones, revisar periódicamente el estado de las instalaciones eléctricas, los artefactos, cables y apagar todos los aparatos eléctricos al abandonar el lugar, aunque eso implique perder algo de confort térmico. “Climatizar el ambiente puede llevar unos 10 o 15 minutos más, pero es preferible a lamentar pérdidas materiales o humanas”, señaló.
Desde Caja Prever recordamos: la prevención salva vidas
Como parte de su compromiso con el bienestar de sus afiliados y la comunidad, la Caja Prever impulsa la concientización sobre prácticas seguras en todos los ámbitos. Contar con el asesoramiento de profesionales habilitados es una herramienta fundamental para evitar tragedias.
La seguridad empieza en casa, pero se construye con responsabilidad profesional.